El gas licuado de petróleo (GLP) es cada vez más común como alternativa de combustible de hidrocarburos debido a su bajo contenido de emisiones de carbono, alta flexibilidad de transporte y alto poder calorífico. Sin embargo, no es un producto fácil de manejar, especialmente por su alta presión de vapor y la tendencia relacionada a gasificarse fácilmente, generando así un producto bifásico que podría afectar el desempeño de los sistemas de medición estáticos y dinámicos. Conoce los problemas comunes que se enfrentan con el manejo y control de GLP, y las soluciones que Endress+Hauser tiene para proponer.
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